2018 pasará a la historia como el año del #MeToo, el año en el que muchas mujeres perdieron el miedo y denunciaron los abusos que habían sufrido en el marco de sus relaciones laborales. También será, por desgracia, el año en el que las mujeres, y gran parte de la sociedad, han salido a la calle para mobilizarse contra sentencias denigrantes como la de la manada. Otro año más en el que la violencia de género no ha cesado, pero también un momento de inflexión en el que el miedo latente se ha empezado a resquebrajar, y en el que hemos tenido una Huelga General feminista, y no será la última, que nos ha mostrado que las mujeres están unidas y van a luchar por sus derechos, por la igualdad, por su libertad, por su vida. Es una revolución feminista imparable que va a cambiarlo todo, y la música, pese a ser un sector progresista, también tiene todavía mucho que repensar al respecto.
Vivimos una época en la que cada vez hay más presencia femenina en las bandas, en las escuelas y conservatorios, y más allá del habitual rol de cantante solista es más fácil hoy en día encontrar mujeres en instrumentos y roles que tradicionalmente eran coto masculino. Este fenómeno va a transformar las relaciones profesionales y personales del sector, lo va a acercar a la realidad y lo va a sacar de esa cúpula macho-céntrica en la que ha vivido durante mucho tiempo el panorama pop-rock-jazz. Bienvenida sea esa revolución feminista, pues solo puede traer una renovación discursiva y ampliar los horizontes creativos.
I'm a Soul Woman es un recorrido desde el gospel de Sister Rosetta Tharpe hasta la exhuberancia disco-funk de Chaka Khan, evidenciando que sin nombres como Billie Holiday, Etta James, Tina Turner, Betty Davis, Diana Ross y tantas otras no podríamos entender el devenir de la música universal del siglo XX. Hablar de Jazz, Soul, Funk, Disco, hablar de música, es hablar de las mujeres que hicieron de estos géneros algo inmortal, con canciones que han sido odas a la igualdad racial y de género.
El espectáculo recoge un buen puñado de estas canciones y las pone en las voces de cantantes tan personales de la escena como Myriam Swanson (Flamingo Tours), Koko Jean-Davis (ex- The Excitements), Desirée Diouf (Sugar Drops), Saphie Wells (The Oldians, Swing Cats), Brigitte Emaga (Scarlets & The Femme Soul Band), Monique Makon (The Soul Titto's), Noemi Sillah y Yasmina Azlor, que a su vez ejerce de arreglista y directora de coros. Voces personales que representan el presente y el futuro de la música negra actual en Catalunya y el estado, y que estarán acompañadas por una banda de lujo con Lalo López como guitarrista y director musical, Manu Davobe como arreglista, co-director y pianista, Núria Perich y Joan Vigo a los tambores y bajo respectivamente, ambos de la banda A Contra Blues, Rita Payés al tromón, Roser Monforte al saxo tenor y Mila González a la trompeta a la sección de vientos, y Alex Dee como corista y también arreglista de coros.
Con Koko como presentadora, pretendemos que el público viaje a través de la historia de la música negra con la mujer como protagonista e hilo conductor. Mujeres que a través de las canciones nos hablan de sus anhelos, sus problemas, sus esperanzas, su lucha, su día a día. La música se convierte en una expresión de género, en un testimonio de la historia, de la historia de las mujeres. Es hora de poner en valor una relectura de la historia de la música (y universal) a través de las voces de las mujeres, para darnos cuenta de algo que de tan evidente parece que muchos hombres, autoridades y medios hayan olvidado: La historia no se entiende sin las mujeres.
La perpetuación de las desigualdades laborales, la tibieza en la condena de todo tipo de violencia contra las mujeres, las legislaciones que impiden la conciliación laboral-familiar son un impedimento para el libre desarrollo de las mujeres, y por tanto para el libre desarrollo de las sociedades. Todas las personas somos iguales, todas merecemos las mismas oportunidades. Utilicemos el arte, la cultura, la música como medio para difundir ese mensaje positivo y constructivo.