Dos conciertos que le servirán para presentar en directo su último trabajo, el EP de seis temas “Harmony Of Difference” y adelantar lo que será su próximo álbum “Heaven and Earth” que se publica el 22 de junio.
A
su próximo álbum su autor lo describe así: “El
mundo en el que mi mente vive, vive en mi mente. Esta es la idea que me inspiró
hacer este álbum. La realidad que experimentamos es una mera creación de
nuestra conciencia, pero nuestra conciencia crea esta realidad basada en estas
mismas experiencias. Somos, simultáneamente, los creadores de nuestro universo
personal y las creaciones de nuestro universo personal. La Tierra (Earth)
representa el mundo como lo veo externamente, el mundo del que formo parte. El
Cielo (Heaven) representa el mundo que veo en mi interior, el mundo que es
parte de mí. Lo que soy y las elecciones que tomo se encuentran en algún punto
intermedio”. En otras palabras, realidad cotidiana frente a temática
cósmica. Sus visiones sobre el presente y el futuro.
“Heaven
And Earth” es lo primero que publica el estadounidense desde “Harmony Of
Difference”, el EP de seis temas que sacó en septiembre de 2017 y que fue
acogido excelentemente por la crítica, con halagos de gran altura, como los
recibidos en Pitchfork (“ambición incansable, composiciones y arreglos de una
grandeza explosiva”), Paste (“el vástago ideal de ´The Epic´”) o Pretty Much
Amazing (“otro capítulo ganador en el libro de Kamasi”), entre muchos otros. En
este último año Kamasi ha colaborado con St. Vincent, Ibeyi y Thundercat y se
ha unido al colectivo all-star The Pollyseeds, capitaneado por el productor y
multiinstrumentista Terrace Martin. También aparecerá, junto a nombres como Kendrick
Lamar y Flying Lotus, en el próximo álbum de Herbie Hancock. Datos que
demuestran su relevancia en el presente musical. Y es que, sin ninguna duda, al
hablar de Kamasi lo estamos haciendo de una de las paredes maestras del nuevo
jazz, de un renovador que empuja fronteras estilísticas, pero manteniéndose
accesible y placentero, incluso cuando se adentra en pasajes intrincados y
complejos.
Ya antes
de situarse en el centro del gran escaparate del género, el californiano ya
daba muestras de estar suficientemente preparado y listo para grandes empresas:
había estudiado etnomusicología en UCLA y había colaborado con iconos del jazz
(McCoy Turner, Stanley Clarke) y otras ramas de la música afroamericana (Snopp
Dogg, Quincy Jones...). El prólogo de su eclosión llegó cuando en marzo de 2015
apareció en la nómina de colaboradores del “To Pimp A Butterfly” de Kendrick
Lamar. Pero eso era solo el avance de lo que estaba por venir, porque muy poco
después, en mayo de ese mismo año, publicó su primer disco, “The Epic”, y se
confirmó más que sobradamente en la avanzadilla del jazz. Un álbum de debut,
aparecido en Brianfeeder, el sello de Flying Lotus, dato revelador, que lo ha
erigido en un nombre fundamental del presente. Y no solo del jazz. Y es que “The
Epic” es realmente épico, una obra colosal de tres horas de duración dividida
en tres partes (“The Plan”, “The Glorious Tale” y “The Historic Repetition”)
que roza al jazz con diferentes expresiones de la black music (hip hop, funk,
soul, ecos africanos), de tal manera que entrecruza a John Coltrane con Fela
Kuti en fotogramas instrumentales (más alguna voz puntual) de sesión continua.
Si le sumamos a todo eso el impacto musical que también ha generado con “Harmony
Of Diference” y el que seguro va a provocar “Heaven And Earth”, uno de los
discos más esperados de esta temporada, tendremos en mayo dos directos
apabullantes, como el que ya nos ofreció en julio de 2017 en la sala Barts de
Barcelona (“Una locomotora desbocada” titularon en El País la reseña de esa actuación;
“A escala cósmica” escribieron en El Periódico).